Según un despacho de la agencia Xinhua, en equipo de arqueólogos recuperó las figuras y un gran número de armas en las operaciones realizadas entre 2009 y 2019 en el pozo Uno del mausoleo.
Los expertos lograron en dicho período sacar a la luz un área de 400 metros cuadrados y entre los nuevos descubrimientos también hay 12 caballos de arcilla, restos de dos carruajes y algunas ruinas de construcciones, así como cajas para almacenar armas, escudos de colores, espadas de bronce y arcos.
El Uno es el más grande de los tres pozos que rodean la tumba del primer emperador de la nación china, recordó la agencia noticiosa.
La excavación amplió el estudio sobre el sistema y el equipo militar de la dinastía Qin (221-206 a.n.e.), y también proporcionó nuevas ideas para investigar el estilo artístico, las características y las técnicas de elaboración de las figuras en ese periodo.
Los arqueólogos calculan que en el pozo puede haber más de seis mil soldados y caballos de arcilla.
Los Guerreros de Terracota fueron descubiertos por azar en 1974, durante los trabajos de rehabilitación hidráulica en Xi’an.
Desde entonces se mantienen las excavaciones para sacar a la luz a estatuas de hasta 1,80 metros de alto, sepultadas en el año 210 de nuestra era a unos 33 kilómetros del sepulcro del Emperador.
El complejo funerario está ubicado en el monte Li, abarca 2,13 kilómetros cuadrados y su construcción se extendió durante 38 años.
Fue declarado en 1987 Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El primer foso contiene guerreros con rasgos, peinados, edades y etnias diferentes.
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