El miembro del consejo provincial, Malak Sherzamin, consideró que los insurgentes son una amenaza, por lo que solicita a Kabul tomar acciones para acabar con ellos, tal y como ocurrió en Nangarhar, zona donde las fuerzas de seguridad aseguran haber acabado con la presencia del EI.
Según declaraciones a la televisora Tolo News del gobernador del territorio, Abdul Sattar Mirzakwal, entre los miembros del EI presentes en cuatro distritos de la localidad hay extranjeros, principalmente de países de Asia central.
En noviembre pasado, el presidente afgano, Ashraf Ghani, manifestó que las fuerzas de seguridad del país arrasaron en Nangarhar con una facción de grupo calificado de terrorista integrada por 600 combatientes; sin embargo, el movimiento talibán afirma que fueron ellos quienes abatieron al EI.
Afganistán vive una situación de inseguridad e inestabilidad política y social debido a los constantes ataques de los talibanes y, desde 2015, del Estado Islámico, pese a la fuerte presencia militar de Estados Unidos y sus aliados hace casi dos décadas.
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