Hua Chunying, vocera del ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que desde el estallido del brote su Gobierno siempre implementó con responsabilidad rigurosas disposiciones de control y prevención, pues su máxima es preservar a toda costa las vidas de la población.
Muchas de esas medidas –indicó- van más allá de los requerimientos de las Normas Internacionales de Salud y al mismo tiempo compartimos de manera transparente, abierta y rapidez la secuencia genética del coronavirus 2019-nCoV.
Recordó la comunicación estrecha con la OMS, el recorrido de expertos de esa agencia por Wuhan (epicentro del brote) y la visita a inicios de semana aquí de su propio director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien constató y saludó el plan nacional para contener y reducir el patógeno.
Hua reiteró la plena confianza y capacidad de China para ganar la batalla contra la epidemia, tras asegurar que mantendrá la colaboración con la OMS y otras naciones a fin de salvaguardar la salud pública en todo el planeta.
Sus declaraciones siguen a la decisión hace unas horas de la entidad mundial de declarar la emergencia internacional por el coronavirus, con la preocupación de que se propague a países con débiles sistemas sanitarios.
Ghebreyesus aclaró que no se trata de un voto de desconfianza a China y, por el contrario, la OMS cree en su capacidad para controlar el brote.
Pero insistió en que más importante que la declaración de una emergencia de salud pública son las recomendaciones del comité de expertos para prevenir la propagación del 2019nCoV y asegurar una respuesta medida y basada en la evidencia.
El gigante asiático está inmerso en una batalla sin descanso contra el coronavirus, pues abarca todo su territorio y obligó a decretar la emergencia máxima en 31 de sus 34 demarcaciones administrativas.
Ciudades enteras en cuarentena, interrupción del transporte interprovincial, cancelación de eventos, cierre de lugares públicos y suspensión de las clases, son algunas de las medidas puestas en vigor para evitar un avance mayor.
La enfermedad se transmite de persona a persona no solo por el tracto respiratorio, sino también por el contacto físico al tocarse los ojos y hasta a una distancia de dos metros.
Incluso muchos de los casos no presentan síntomas como la fiebre alta, la tos o fatiga, lo cual conlleva a chequeos más exhaustivos de la población en aeropuertos, estaciones de trenes y terminales de ómnibus.
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