El término de los feriados por Año Nuevo Lunar implicó la activación de un riguroso protocolo de seguridad sanitaria que buscó disminuir al mínimo los contagios en medio del desplazamiento de millones de personas que retornaron desde sus ciudades natales.
La preocupación fue mayor por la proliferación de casos asintomáticos, la alta posibilidad de que pacientes recuperados pueden volver a contraer la afección respiratoria y porque se transmite de persona a persona por el tracto respiratorio y contacto físico.
Muchas empresas y fábricas abrieron sus puertas con horarios flexibles y nómina reducida a petición del Gobierno, que sugirió permitir a ciertos empleados trabajar desde casa.
La Comisión Nacional de Salud ordenó la desinfección, ventilación y monitoreo de temperaturas en espacios públicos como hoteles, centros comerciales, supermercados, terminales y medios de transporte.
Quienes laboran en esos sectores deberán usar máscara a tiempo completo, tener a mano antisépticos, evitar en lo posible contacto con los usuarios y de ser necesario llevarán en su momento trajes protectores.
En el caso de trabajadores migrantes de la construcción y fábricas que viven en dormitorios colectivos, habrá un encargado de velar por las condiciones de salud.
Los comedores obreros deben evitar aglomeraciones, mientras los aviones y trenes reservarán asientos para aislar a pasajeros con malestares físicos.
Aparte de esas disposiciones, la Comisión insistió en extremar la higiene, sobretodo, porque estudios confirmaron que la afección respiratoria también se transmite por el vómito y la materia fecal.
En lo económico se anunciaron la exención temporal de impuestos sobre ingresos personales y también medidas de estímulo al sector empresarial para reactivar las actividades económicas en medio de la parálisis que provocó la epidemia.
Por otro lado, en la semana quedaron listos dos hospitales construidos en días en Wuhan, foco de la epidemia, para aislar y tratar en conjunto a dos mil 600 pacientes graves con coronavirus y su consecuente neumonía.
También se habilitaron allí 139 sitios públicos con camas para casos leves, los servicios de urgencia y los exámenes clínicos.
La comunidad científica aceleró las pruebas de medicamentos y métodos que dejaron resultados positivos en algunos contagiados para dar paso a su uso masivo, mientras continúa la búsqueda de una vacuna realmente eficaz.
Se supo que el antiviral Interferón alfa 2B recombinante, un producto líder de la biotecnología de Cuba, es uno de los medicamentos usados en los tratamientos por su potencial para curar la afección respiratoria.
Mientras, China rechazó pronunciamientos alarmistas y acciones de algunos gobiernos como altas advertencias de viajes, cierre de fronteras, restricciones de visado y reducciones de vuelos, que alimentan la xenofobia y la discriminación contra sus ciudadanos y los de Asia.
Pero al mismo tiempo recibió un creciente número de donaciones, mensajes y distintos gestos de apoyo de todas partes del mundo en un momento tan difícil.
La semana concluyó en medio de una gran conmoción social e internacional por la muerte del oftalmólogo Li Wenliang, de 34 años de edad y quien hizo público el brote en diciembre pasado.
El Estado y el Partido Comunista de China ordenaron investigar el fallecimiento del joven como consecuencia de las complicaciones de la afección respiratoria, la cual contrajo a principios de enero.
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