El sumo pontífice «quiere hacer cosas irreversibles, que permanezcan para siempre en la sociedad», dijo Lula a la prensa tras el encuentro privado en la Casa Santa Marta, donde Francisco vive y realiza sus reuniones personales fuera del protocolo habitual.
«Si cada ser humano, cuando llegue a los 84 años, tiene la fuerza, la disposición y la garra que tiene (el santo padre), y plantea cuestiones importantes para el debate, creo que podemos encontrar soluciones (a los problemas del mundo) de una manera más fácil», dijo el exmandatario.
Interrogado sobre cuestiones del medio ambiente, Lula respondió que no fue a la cita para discutir específicamente del Amazonas, sino de los problemas ambientales en general.
Al respecto, comentó que existe «una mala voluntad, a pesar de los discursos, de los gobiernos preocupados por el tema ambiental. (…) Mientras la gasolina sea barata, mientras el petróleo sea barato, no hay interés en cambiar la matriz energética de la mayoría de los países».
Según el exlíder del gremio metalúrgico, «nos estamos dando cuenta de que se está tomando muy en serio un nuevo modelo de producción de energía».
Por otra parte, Lula reconoció que leyó la exhortación (una especie de documento en el que el papa guía a la iglesia) redactada por Francisco y publicada ayer en la página web del Vaticano. Puntualizó que está de acuerdo con el contenido del texto.
Tal documento fue redactado después del Sínodo del Amazonas, celebrado en octubre.
El Sínodo especial (tipo de evento que trata de una región específica) fue anunciado en 2017 por Francisco. Esta peculiar reunión sirve de instrumento para que el vicario de Cristo consulte y observe los debates sobre el tema, a fin de producir material para dar directrices al clero.
«Algunas consignas han contribuido a aumentar esta confusión, a saber, la de «no entregar», como si el mencionado sometimiento fuera causado solo por países extranjeros, cuando los propios poderes locales, con la excusa del progreso, formaban parte de alianzas con el objetivo de arrasar, de manera impune e indiscriminada, la selva con las formas de vida que alberga», escribió el padre santo.
El encuentro entre Lula y Francisco fue posible tras una decisión del Supremo Tribunal Federal de Brasilia que aplazó un interrogatorio al expresidente dentro del marco de la llamada operación Zelotes, inicialmente prevista para el 11 de febrero y postergada para el día 19.
La Santa Sede informó que no emitirá un comunicado oficial sobre la reunión por su carácter privado.
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