Dijo que “sería más sencillo que llegue a América, sobre todo porque tenemos una gran conexión con el turismo europeo y ahora cambió el panorama, con una situación real más que potencial”.
El especialista del Hospital Maciel garantizó que los prestadores de salud están preparados con posibilidad de diagnósticos a través del ministerio del ramo, pero advirtió sobre la saturación del sistema por consultas masivas y el riesgo de colapso como ocurrió en 2009 con la gripe A (H1N1).
“Cuando saturas un sistema de salud, por situaciones que pueden ser banales en la gente que requiere asistencia médica urgente o tiene patologías graves es donde se ve la repercusión», agregó.
El también infectólogo Eduardo Savio coincidió en que este nuevo coronavirus ingresará en Uruguay, dado que tiene una gran capacidad de transmisión y ya existe una pandemia virtual.
Sin embargo, demostró tener un impacto menor que el de la gripe común, e indicó que su aparición ni deba sorprender, ni causar alarma, cuando pase habrá que dar respuesta”.
Por lo pronto aconsejó abstenerse de viajar a Europa y cumplir las pautas higiénicas preventivas indicadas por las autoridades sanitarias, y acudir al médico ante los síntomas sospechosos divulgados.
Sin embargo tales aclaraciones en medios públicos no evitó por ahora brotes de paranoia volcados a la compra de tapabocas cuyas ventas creció en 10 veces, según informó el diario El País, sobre todo después de conocerse un primer caso de infectado en Sao Paulo, en el vecino Brasil.
En respuesta a recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, el ministerio uruguayo activó el protocolo establecido con la habilitación de un hospital dedicado a la atención a pacientes de la enfermedad con todas las condiciones requeridas.
Asimismo se tendió una barrera sanitaria en todos los puertos terrestres, marítimos y aéreos del país para detectar potenciales casos de personas contagiadas.
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