La cifra implica el probable contagio de un número indeterminado de personas sin detectar que pueden haber contraído la enfermedad por contacto directo o causal con esos enfermos pues esa es la forma en que se expanden las infecciones víricas.
Sudáfrica prosigue a la cabeza en número de casos comprobados, mil 700; seguido de Argelia, con mil 400; Egipto, mil 300; y Marruecos, mil 100, los tres últimos en el septentrión del continente, cuyos gobiernos han dictado limitaciones para la asistencia a las mezquitas.
Localizado en el océano Atlántico, Santo Tomé y Príncipe, uno de los tres países libres de la pandemia, reportó hoy sus primeros cuatro contagiados tras recibir los resultados de los análisis clínicos remitidos a Gabón a falta de personal y equipo para realizados con sus propios medios.
El nuevo informe deja a Lesoto, un enclave dentro de Sudáfrica, y a Comoras, un minúsculo archipiélago en el océano Indico entre Mozambique y Madagascar, como los únicos dos estados de Africa que no registran casos.
La información sobreviene horas después que tres países africanos, Malawi, Madagascar y Benin, reportaron las primeras muertes a causa de la enfermedad, mal presagio para Africa donde la pandemia ya es un cataclismo económico y podría ser un desastre humano de proporciones inimaginables.
Revestido de una fuerte agresividad, la Covid-19 está implantada en los cinco continentes sin establecer diferencias de color, sexo, edad, situación económica o condiciones de habitación, como evidencian los contagios de políticos, estrellas del cine y de otras artes.
Aunque, por supuesto, los mayores afectados son los más desposeídos que viven hacinados y están obligados a librar el sustento en condiciones de aglomeración, evidente para cualquiera que haya visitado uno de los mercados populares que proliferan en este continente.
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