En un discurso pronunciado en vísperas de la Fiesta de la República Italiana, Mattarella señaló que “debemos tener plena conciencia de las dificultades que enfrentamos” y advirtió que la reconstrucción será exigente y en algunos aspectos dolorosa.
Tras apuntar que se necesitará coraje y prudencia, el jefe del Estado se refirió al “coraje de mirar más allá de los límites de la emergencia, pensando en el futuro y en lo que debe cambiar”.
Prudencia, dijo, para tener bajo control un posible retorno del virus, aprendiendo a convivir con seguridad durante el tiempo que le tome a la ciencia derrotarlo definitivamente.
Mattarella puntualizó que se necesitará prontitud y visión de futuro, para brindar apoyo y respuestas a quienes fueron golpeados más duramente y planificar inversiones y acciones a mediano y largo plazo, que permitan dar perspectivas sólidas a la recuperación del país.
Al recordar el nacimiento de la República en 1946, a raíz de la victoria sobre el nazi-fascismo, el mandatario rindió tributo a las víctimas de la Covid-19, así como a los médicos, enfermeros y operadores sanitarios en general caídos en el enfrentamiento a la epidemia.
El presidente manifestó que junto con el dolor por las pérdidas y el sufrimiento se siente un creciente deseo de recuperación y renacimiento civil y económica, al tiempo que recordó cómo el surgimiento de la República marcó también un nuevo comienzo, superando divisiones que habían lacerado el país.
El nacimiento de la República en 1946, acotó, marcó también “un nuevo comienzo, superando divisiones que habían lacerado el país”.
En la conmemoración de la efeméride, Mattarella viajará mañana a Codogno, localidad de la región de Lombardía donde apareció el primer brote epidémico el 21 de febrero último.
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