Se trata del nivel inmediato inferior al rojo, y aunque no es máximo riesgo sí lo es alto o muy alto, en dependencia de la capacidad hospitalaria que se mide, entre otros parámetros, por el uso de camas comunes y terapéuticas, con un nivel de ocupación entre 50 y 70 por ciento. En este momento es del 64.
El naranja se distingue del rojo solamente porque admite la apertura de algunas actividades laborales, recreativas y sociales no esenciales, pero sujetas a las restricciones que son, al menos en teoría, muy drásticas y mantienen con toda amplitud el concepto de sana distancia en los lugares públicos y cerrados.
Por ejemplo, el plan para la reactivación del Centro Histórico, cuyas actividades quedaron suspendidas durante semanas por la emergencia sanitaria causada por la Covid-19, se basa en tres ejes: reapertura gradual y ordenada de los comercios de la zona, ampliación de espacios para peatones e impulso al esquema de calles flexibles para favorecer la sana distancia.
De esos ejes se desprenden medidas concretas con las que se busca que el Centro Histórico retome su ritmo, pero al mismo tiempo se prevengan contagios,
El plan contempla que los comercios del Centro Histórico abran de manera alterna lo cual significa que aquellos negocios cuya dirección tenga un número par abrirán tres días de la semana (lunes, miércoles y viernes), en tanto aquellos con número impar lo harán otros tres (martes, jueves y sábado).
Además, los días de apertura se irán rotando semana a semana, el horario de operación estará limitado de 11:00 a 17:00, hora local, y los domingos todos los establecimientos deberán permanecer cerrados.
A esto se suma que el personal de cada establecimiento deberá extremar las medidas de higiene, usar cubrebocas y favorecer la sana distancia.
Las autoridades también buscan que en las calles del Centro Histórico haya más espacio para peatones. Para ello, temporalmente modificarán la modalidad de algunas vialidades, de manera que algunas funcionarán de forma habitual, otras serán convertidas en calle peatonal y unas más serán flexibles, es decir, circularán vehículos autorizados, y ya se publicó una lista de calles según su modalidad.
Unas 30 calles ya están convertidas en peatonales mientras que, para el caso de quienes venden productos en las calles han delimitado zonas para que puedan trabajar y en aceras opuestas a los negocios abiertos, pero los domingos no podrán vender.
En el caso de los restaurantes podrán establecerse en terrazas hacia el espacio público a fin de evitar concentración dentro del local habitual y así aumentar el aforo permitido. No se podrá fumar en ninguno, ya sea dentro o fuera. La medida es hasta que el semáforo esté en verde.
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