Un nuevo informe de ONUSIDA plantea que el desigual progreso en el enfrentamiento a esa enfermedad ha hecho que no se cumplan los objetivos establecidos para 2020, por lo que el coronavirus puede retrasar aún más las metas.
El texto refiere que como resultado se contabilizan 3,5 millones de infecciones de VIH adicionales y 820 mil muertes más desde 2015.
Subraya que el mundo está muy atrasado en la prevención de nuevas infecciones por VIH, aunque reconoce progresos en África oriental y meridional, pero Europa oriental y Asia central registran un aumento del 72 por ciento en las nuevas infecciones desde 2010, mientras en América Latina crecieron un 21 por ciento.
La pandemia de la Covid-19 podría deteriorar aún más la respuesta, ya que según cifras de la Organización Mundial de la Salud, 73 países alertaron por serias limitaciones en las existencias de antirretrovirales.
El informe asegura que en algunas naciones latinoamericanas los recursos, medicamentos, personal de salud y materiales para el VIH se están trasladando a la lucha contra la Covid-19.
La directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, aseguró que si se pudiera unir al mundo con un nuevo modelo de desarrollo y distribución de las tecnologías de la salud, ello tendría un impacto positivo en la lucha contra el Sida y otras enfermedades, especialmente las que afectan a países pobres y abandonados por las compañías farmacéuticas.
Entretanto, la pandemia del coronavirus, que centra toda la atención, amenaza con tener repercusiones en la lucha contra el Sida, por lo que adelantó que ya está fuera de los objetivos: reducir el número de muertos a menos de 500 mil este año, pues 12,5 millones de los 38 millones de infectados siguen sin recibir tratamiento.
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