Según el Observatorio de Enfermería, un instrumento creado por el Consejo Federal de Enfermería (Cofen), de ese total (entre asistentes, técnicos y auxiliares), el 64 por ciento de las víctimas son mujeres, siendo ellas la mayoría en el oficio.
La mayor parte de los decesos (35,4 por ciento) ocurrió en la región Sudeste, donde se ubican los estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais y Espíritu Santo.
Después aparecen las divisiones territoriales de la región Nordeste (27,2 por ciento) y Norte (21,5), ambos concentran poblaciones más pobres y con estructuras de salud más precarias.
En Brasil, además del registro de 2,4 muertes cada 24 horas, según el Observatorio de Enfermería, 30 mil 43 profesionales del sector contrajeron la Covid-19.
De los más de 16 millones de contaminados en el mundo, cerca de 1,1 millones serían profesionales sanitarios.
Teniendo en cuenta «nuestra investigación, el siete por ciento de todas las personas infectadas en el mundo son trabajadores de la salud», comentó la asesora política Hoi Shan Fokeladeh, del Consejo Internacional de Enfermería.
Por su parte, el coordinador del Comité de Crisis de la Covid-19 del Cofen, Walkirio Almeida, calificó de gravísima la situación del gremio en Brasil.
Para Almeida, la mayoría de los decesos de profesionales del sector se habrían evitado con «la adopción de estrictos protocolos de seguridad».
Las juntas de enfermería examinaron 16 mil 120 instituciones en Brasil, entre los estudios de situación y las inspecciones in situ, desde el comienzo de la pandemia, y observamos graves problemas, especialmente en lo que respecta a Equipos de Protección Individual (EPI), denunció el coordinador.
Explicó que el alto índice de contagio y mortalidad entre los profesionales de enfermería está relacionado con la insuficiencia e inadecuación de los EPI, así como con el avance de la epidemia en el gigante suramericano, con mensajes contradictorios y falta de apoyo gubernamental al aislamiento social.
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