El presidente, Sergio Mattarella, encabezó el acto en la estructura de mil 67 metros de largo sobre el arroyo Polcevera, tras reunirse con los familiares de las víctimas, quienes prefirieron ausentarse de la actividad por considerarla una celebración.
Sin embargo, aceptaron que se rindiera tributo a sus parientes con la lectura solemne de sus nombres y tres minutos de silencio, seguidos por las intervenciones del alcalde y comisario extraordinario para la reconstrucción de Génova, Marco Bucci y el presidente de la Región Liguria, Giovanni Toti.
A continuación lo hicieron el conocido arquitecto genovés, Renzo Piano, y el primer ministro, Giuseppe Conte, quien dijo con el flamante puente Génova recomienza y la obra “es una demostración que nuestro país sabe levantarse y volver a correr”.
Conte, escoltado por Bucci y Toti, cortó la cinta con la cual quedó inaugurado el viaducto que estará abierto al público a partir de pasado mañana, mientras aviones de la escuadra acrobática “Flechas Tricolores” de la Aeronáutica Militar teñían el cielo con los colores verde, blanco y rojo de la bandera nacional.
Presentes también en la ceremonia, trabajadores que participaron en la construcción, los presidentes del Senado, María Elisabetta Alberti Caselatti, y de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, ministros y autoridades eclesiásticas, entre otros.
La tragedia ocurrió el 14 de agosto de 2018 cuando un segmento de 243 metros de la anterior vía, se desplomó al ceder el sistema balanceado número nueve y dos vigas de protección conectadas a los otros tramos.
En la edificación del nuevo puente, a un costo integral estimado de 202 millones de euros, se utilizaron 67 mil metros cúbicos de hormigón, nueve mil toneladas de acero para la estructura y otras 15 mil para la carpintería metálica, con unas mil 200 personas involucradas en las diferentes fases.
Desde el punto de vista judicial, el proceso abierto por la representación genovesa de la Procuradoría General de la República por el derumbe del anterior puente involucra a 71 personas naturales entre administradores, gerentes y técnicos, además de las empresas Autostrade per Italia (Aspi) y Spea Engineering.
Aspi es una sociedad del Grupo Atlantia, cuyo principal accionista es la familia Benetton, la cual gestiona en concesión la mayor parte de la red de autopistas del país, incluyendo su mantenimiento, labor que delega en Spea, compañía perteneciente al mismo consorcio empresarial.
Los magistrados designados para dirigir la pesquisa buscan determinar los responsables de la tragedia en la cual insuficientes controles y falta de mantenimiento sobresalen como presuntos factores determinantes.
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