No obstante, el liderazgo del grupo acordó que mantendrá cualquier cooperación que ayude a la población civil y a una transición a la democracia en este país de la región del Sahel.
La decisión de separar a Mali se adoptó tras la misión enviada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) y los nuevos jefes militares en el gobierno no llegar a un acuerdo sobre un calendario para reinstaurar en este Estado una administración civil.
También la OIF demandó la liberación del presidente derrocado, Ibrahim Boubacar Keita, quien renunció al poder la semana pasada en el contexto de la sublevación castrense, al decir que quería evitar el derramamiento de sangre.
Además, la Organización Internacional de la Francofonía solicitó el establecimiento, lo antes posible, de «un gobierno de transición dirigido por una autoridad civil».
No obstante, la OIF afirmó que enviará una delegación de alto nivel a este país en los próximos días.
Esa organización agrupa a una comunidad de 900 millones de personas y países que usan el idioma francés: 49 Estados son miembros plenos, cuatro son asociados y 10 tienen carácter de observadores.
En la arena internacional diversos países condenaron el golpe de Estado del 18 de agosto y la Cedeao suspendió a Malí de su membresía.
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