El directivo indicó que aún no llegan a un acuerdo sobre la extensión de la llamada Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G20 en el contexto de la Covid-19, la cual provocó una recesión global.
Creo que habrá un compromiso para una extensión de seis meses que puede renovarse posteriormente, dijo Malpass, quien consideró preferible dirigir los recursos al enfrentamiento a la pandemia.
Por su parte, China, principal acreedor del G20, rechazó las acusaciones de una supuesta negativa a la posibilidad de aplazar la deuda.
Al respecto, el vocero de la cancillería china, manifestó hoy que el Export-Import Bank de Beijing firmó acuerdos de suspensión de pagos con 11 países africanos y otros acreedores no oficiales también llegaron a un consenso sobre el alivio de la deuda con naciones de ese continente.
Un informe del Banco Mundial publicado este lunes revela que la deuda entre los países más pobres creció un 9,5 por ciento con respecto al año anterior, lo cual en opinión de Malpass evidencia la necesidad «urgente» de aplazar el pago.
A la moratoria del G20, que entró en vigor el 1 de mayo pasado, se acogieron 42 de las 76 naciones con menos recursos del mundo.
La semana pasada, el Banco Mundial advirtió que la Covid-19 puede empujar a 150 millones de personas a la pobreza extrema en 2021.
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