Según divulgó hoy aquí el organismo, la canciller alertó en Brasil sobre la creciente carga de deuda que enfrentan los países pobres y de ingresos medios.
Pandor resaltó la gravedad del conflicto entre Rusia y Ucrania, la reciente guerra de Israel en Gaza y las violaciones relacionadas del derecho internacional y las directrices de las Naciones Unidas.
Todo esto, dijo en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20, coloca al mundo en un contexto más precario y, como G20, debemos intentar elaborar respuestas que se puedan implementar.
La ministra aseveró que para que los países en desarrollo logren mayores avances en los Objetivos de Desarrollo Sostenible se necesitará financiación de los bancos multilaterales de desarrollo.
Se podría garantizar una mayor financiación y apoyo al desarrollo mediante un apoyo activo para detener los flujos financieros ilícitos desde y entre los países africanos, agregó.
Ello, explicó, dado el impacto de las finanzas ilícitas, que alimentan la corrupción, socavan el Estado de derecho y la estabilidad de los mercados. Sin embargo, aseguró, se ha hecho poco para abordarlos.
En ese contexto, agregó, la naturaleza multidimensional y transnacional de los flujos financieros ilícitos también requiere una acción internacional concertada.
El G20, enfatizó la canciller, podría hacer mucho para fortalecer su importante papel en la lucha contra esta fuga de recursos de los países en desarrollo.
La tensión internacional que vemos hoy, señaló, requiere de enfoques equilibrados y justos ante los desafíos globales, respeto por la diversidad de opiniones y creencias y aceptación de que los organismos globales tienen más éxito cuando actúan en interés de todos por igual.
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