Las declaraciones de Castillo se dieron pocos minutos después de que Giammattei dirigiera un mensaje a la nación, rodeado por sus ministros, para defender el plan de gastos aprobado hace dos días por el Congreso y que hoy concita un rechazo generalizado por organizaciones sociales, religiosas, instituciones del Estado y partidos políticos de oposición.
El vicegobernante fue uno de los primeros en pedir al Jefe de Estado que vetara el cuestionado decreto legislativo, pero ahora quedó más clara su postura e incluso las divergencias que en los últimos meses lo alejaron de importantes decisiones.
«Por el bien del país, le pedí que presentemos ambos nuestra renuncia al cargo, para descartar esas ideas sediciosas que se dice que se tienen o que piense que yo le quiero dar golpe para quedarme en su puesto», explicó Castillo en conferencia de prensa.
«Yo quiero algún día ser Presidente, pero no sustituyendo a una persona que ha hecho mal las cosas tal cual se ha señalado», puntualizó.
En su opinión, tras la renuncia, se daría un espacio para que un grupo de personas notables puedan hacer llegar al Congreso la propuesta de las ternas para que los diputados elijan a sus sucesores.
Para mañana se espera una de las protestas más grandes en todas las plazas del país contra el Gobierno de Giammattei desde su llegada al poder el 14 de enero de 2020 y la Procuraduría de Derechos Humanos llamó a las instituciones policiales a respetar la libre expresión de pensamiento ante los incidentes violentos de ayer en el Congreso.
La convocatoria en las redes sociales cobró fuerza desde la víspera y una de las consignas junto al fin de la corrupción, es exigir el veto presidencial a un presupuesto que expertos consideran ajeno a las verdaderas necesidades de los guatemaltecos sin obviar la forma opaca en que se procedió a su discusión de urgencia nacional.
Este plan de gastos dispondrá el 63 por ciento de sus fondos para el funcionamiento del Gobierno, un 20 por ciento para inversión y un 15 por ciento para el pago de deudas.
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