La consejera de Estado y líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), Suu Kyi dejó este mensaje al pueblo, explicó en Facebook Win Htein, el presidente de su partido político.
El Ejército de Myanmar proclamó el estado de emergencia por un año y colocó a los generales en los principales puestos, a la par que prometió este lunes nuevas elecciones en enero del 2022.
La televisión, en poder de los militares, anunció que las fuerzas armadas tomaron las riendas de la nación por un año y citó una sección de la Constitución, redactada por el Ejército que les permite asumir el control en momentos de emergencia nacional.
Según otros medios de prensa, muchos de los políticos destacados, incluida Suu Kyi y el presidente Win Myint, están detenidos.
El anuncio sigue a días de preocupaciones en torno a la amenaza de un
golpe de Estado, y a desmentidos de la cúpula militar sobre supuestos planes de la toma del poder por la fuerza.
Las fuerzas armadas, conocidas como las Tatmadaw, alegaron que hubo un fraude masivo en las elecciones de noviembre, en las que el partido de Suu Kyi consiguió 396 de los 476 escaños que conforman las dos cámaras del Parlamento, aunque no presentaron pruebas de ello.
La semana pasada, la Comisión Electoral de la Unión de Myanmar rechazó tales acusaciones.
El golpe de Estado trunca los progresos parciales de los últimos años hacia una institucionalidad democrática, tras cinco décadas de régimen militar y aislamiento internacional, desde 1962, coincidieron analistas.
También representa una repentina caída del poder para Suu Kyi, quien lideró la lucha por la democracia, pese a estar años bajo arresto domiciliario, por lo cual se le confirió un Nobel de la Paz.
Las acciones de los militares generaron críticas del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, quien condenó el arresto de Suu Kyi, y calificó el hecho de duro golpe para las reformas democráticas en esta nación.
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