La pandemia desató la mayor crisis del sector, el Gobierno decidió cerrar instituciones turísticas y otros escenarios para privilegiar la protección de la salud y preservar la reputación de Egipto, comentó este jueves el titular de la cartera, sin ofrecer detalles sobre el monto de las pérdidas en comparación con otros períodos.
Según El-Anani, tras la reactivación de los vuelos y de la industria del ocio el pasado 1 de julio y hasta finales de 2020 llegaron al país más de un millón 400 mil viajeros, atraídos por los encantos de la nación que preserva sitios emblemáticos de la cultura faraónica, grecorromana e islámica.
El ministro elogió la continuidad de las faenas constructivas en megaobras como el Gran Museo Egipcio, a punto de concluir, no obstante los azotes de la Covid-19.
En una comparecencia ante el Parlamento explicó que tal recinto recibió ya unas 55 mil reliquias, y que más de 54 mil de ellas fueron restauradas por sus expertos.
Su inauguración prevista para 2020 quedó pospuesta para este año, con el fin de conseguir la terminación de todos los trabajos y de atraer turistas en un clima más seguro.
El Gran Museo Egipcio exhibirá por primera vez la colección completa del faraón niño Tutankamón, descubierta dentro de su tumba en el Valle de los Reyes por el británico Howard Carter en 1922.
En su informe El-Anani aseguró que todo está listo para la esperada procesión la cual acompañará el traslado de las momias reales, pero la decisión es esperar a que retroceda la epidemia.
Asimismo destacó la reapertura de varios museos en medio de la emergencia sanitaria, y de la pirámide escalonada, primera de esas estructuras y prototipo de las de Giza, luego de unos 14 años de faenas para su rehabilitación.
El ministro mencionó la creación de recintos expositivos en varias gobernaciones y la terminación del que estará dedicado a las capitales egipcias dentro de la Nueva Capital Administrativa, levantada en pleno desierto.
Finalmente recordó los numerosos descubrimientos arqueológicos ocurridos en poco más de un año, varios de ellos dentro de la necrópolis de Saqqara, la cual formó parte de Memphis, primera capital de Egipto fundada por el faraón número uno.
Solamente allí expertos hallaron más de un centenar de ataúdes de tres mil y dos mil 600 años de antigüedad, junto a amuletos, máscaras funerarias, estatuas de deidades y otras joyas del pasado.
Las excavaciones prosiguieron pero bajo pautas sanitarias como el uso de mascarillas, la reducción del personal en cada misión y la desinfección de las herramientas.
Hasta el comienzo de la pandemia, el turismo egipcio constataba una recuperación en un ambiente de seguridad, tras una época sombría signada por el flagelo del terrorismo.
mem/ap