La OMS recordó que esta cepa tiene un mayor nivel de propagación sin importar grupo de edad, y ya está presente en 30 países del continente, provocando más de 22 mil casos en las tres primeras semanas de enero.
‘Si no redoblamos las medidas para frenar su propagación, habrá un mayor impacto en los servicios sanitarios que ya de por sí están presionados’, subraya un comunicado del organismo internacional.
La OMS monitorea de manera rutinaria si las variantes del coronavirus provocan cambios en la transmisibilidad, la presentación clínica o la gravedad, o si tienen un impacto en los diagnósticos, tratamientos y vacunas.
‘Las variantes son un fenómeno común y no son peligrosas en sí mismas, pero pueden serlo si cambian el comportamiento del virus; por lo tanto, debemos monitorear estos desarrollos de cerca’, enfatiza el texto.
Una mayor transmisibilidad no significa que una cepa transmita de manera diferente, sino que la variante simplemente se propaga mejor.
Para la OMS esto es motivo de preocupación, ya que a medida que más personas se infectan, más pacientes serán hospitalizadas.
‘Si esto hace que nuestros sistemas de atención médica se abrumen y sean menos capaces de hacer frente, más ciudadanos correr el riesgo de fallecer a causa del virus’, enfatiza.
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