Dirigentes de la Administración Estatal para la Regulación del Mercado y de otras cuatro entidades también llamaron a la empresa a cumplir estrictamente con las leyes y normas nacionales, mientras opera en el país.
Según un breve comunicado oficial, la firma prometió investigar los problemas registrados y endurecer la inspección de sus automóviles antes de comercializarlos.
La reunión sigue a reportes sobre incendios en las baterías, fallas en las actualizaciones de los sistemas y el aumento sorpresivo de la velocidad en muchos carros de esa marca.
Tesla fabrica actualmente su sedán Model 3 y también el modelo Model Y en una planta de Shanghái, y el mes pasado vendió 15 mil 484 equipos.
Anteriormente, el gobierno chino le exigió garantizar la misma calidad en los autos hechos aquí.
La compañía norteamericana, del magnate Elon Musk, el año pasado se posicionó en el mercado bursátil como el fabricante de automóviles más valioso del mundo y vendió más de 500 mil unidades.
Pero la noticia sobre el encuentro con las autoridades chinas este lunes desplomó 0,5 por ciento sus acciones.
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