Organizaciones como Zantray y al menos otras tres, reconocieron a Mécène, letrado de 72 años y el más experimentado en el Tribunal de Casación, sin embargo, por el momento no es una postura unánime.
Los sectores de la oposición y la sociedad civil designaron al abogado para dirigir los destinos de la nación durante los próximos dos años, a pesar que el presidente Jovenel Moïse continúa en su puesto y no tiene intenciones de abandonar el poder.
Este lunes tras un extraordinario Consejo de Ministros, el gobernante volvió a insistir en que los planes de este año son el referéndum constitucional, electrificación y celebración de elecciones generales y legislativas. Para las fuerzas contestatarias, sin embargo, el mandato del presidente Jovenel Moïse expiró el domingo último, por lo que a partir de hoy es un ‘gobierno de facto’.
Alegan que es aplicable el artículo 134-2 de la carta magna vigente que establece una reducción del periodo presidencial constitucional si existen disputas sobre el proceso electoral.
De acuerdo con esta interpretación, aunque Moïse juró en 2017, su mandato inició un año antes, una lectura que el jefe de Estado rechaza, mientras insiste que concluirá su gestión en 2022.
A Moïse le dieron la espalda las federaciones de abogados, organizaciones sociales, líderes religiosos y las plataformas de la oposición.
En cuanto a los jueces, cinco de los seis miembros del Tribunal de Casación se pronunciaron a favor del fin del mandato, excepto el presidente René Sylvestre, quien este lunes volvió a instar a sus colegas a desmarcarse de la política.
Sylvestre también intercedió por el juez Yviquel Dabrésil, apresado la víspera y acusado junto a otra veintena de personas de intento de golpe de Estado.
Moïse denunció la víspera que el grupo formaba parte de un complot para cometer magnicidio e instalarse en el poder. jcm/ane