De acuerdo con la escueta nota, el uniformado pertenecía a la Unidad Departamental de Mantenimiento del Orden, su cuerpo fue trasladado y posteriormente quemado por sus victimarios.
Con anterioridad, en el mes en curso, murieron dos policías y un tercero resultó herido.
El penúltimo asalto fue dirigido a Rémy Cyncé, quien fue con su esposa y su hijo a realizar una transacción en un banco comercial de la Cité Christophienne.
De regreso unos bandidos en motocicletas abrieron fuego contra la víctima fatal, que solo pudo desfundar su pistola y eliminar a uno de sus victimarios.
Su compañera en la vida sufrió una herida en la mano y su hijo salió ileso del atentado.
El agente –quien pereció el 19 de febrero por un proyectil en su cabeza- pertenecía al Servicio Departamental de la Policía Judicial del Norte.
En tanto, la Policía Nacional de Haití (PNH) adelanta investigaciones acerca de otro ataque.
Un vehículo de la PNH fue blanco de disparos mientras patrullaba la zona de Croix des Bouquets. En el incidente –ocurrido el 18 de febrero- resultó herido en el hombro un miembro del equipo cuyo nombre no fue revelado por problemas de seguridad.
La PNH anda también tras la pista de los autores de un atentado acontecido el 14 de febrero contra un agente del SWAT Team, quien fue acribillado en Puerto Príncipe.
Los miembros de la pandilla, cuyo nombre se desconoce hasta el momento, abrieron fuego contra Lector Roobens, de la 31 promoción de ese cuerpo especializado.
Roobens recibió ocho proyectiles y murió en el hospital donde lo trasladaron de urgencia, precisó el Sindicato Nacional de Policías Haitianos.
Recientemente, el coordinador general del Sindicato de la PNH, Lionel Lazarre, criticó con dureza al primer ministro del país caribeño, Ariel Henry, a quien acusó de negligente.
Lazarre comentó que muchos policías huyeron de sus casas por temor a las represalias de las pandillas, y hoy duermen en las comisarías con sus familias, y ni un subsidio le otorga el Estado.
El Sindicato Nacional de Policías de Haití informó que mil 800 agentes del orden huyeron del país el pasado año, otro factor que hoy imposibilita dar una respuesta efectiva a las bandas criminales.
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