De ese modo, resumió los propósitos de su gestión en la XXXIV Cumbre de la UA, realizada el fin de semana último por videoconferencia, en la cual la respuesta a la Covid-19 y los conflictos armados fueron algunos de los temas tratados.
Bajo la presidencia de la República Democrática del Congo, la Asamblea de la Unión para el período 2021-2022 estará constituida por Senegal, Comoras y Egipto en calidad de vicepresidentes primero, segundo y tercero, respectivamente, en tanto Sudáfrica oficiará como relator.
En las artes, tradiciones, saberes, religiones e idiomas practicados en cada pueblo hay un vasto universo que protegeremos y transmitiremos a nuestros hijos, comentó Tshisekedi en la alocución de aceptación de la presidencia rotatoria de la organización.
Poseemos, agregó, una cultura que nos distingue en el mundo y tenemos el deber de utilizarla como palanca para promover el desarrollo, de convertirla en soporte de la recuperación de todos los países.
África enfrenta grandes desafíos que necesitan soluciones africanas, exhortan a combinar esfuerzos y exigen acciones colectivas inmediatas, con respeto a la pluralidad e independencia de cada estado, desde las raíces culturales, reiteró.
Tengo, subrayó por otra parte, el privilegio de dirigir la asociación ‘cuando celebramos el aniversario 80 de la desaparición de Patrice Lumumba, digno hijo del Congo y África, quien creía firmemente en el gran destino de estas tierras’.
Asimismo, elogió los esfuerzos de su predecesor al frente del bloque, el dignatario sudafricano Cyril Ramaphosa, y agradeció la bienvenida que le ofreció Moussa Faki Mahamat, político y diplomático chadiano reelecto como presidente de la Comisión de la Unión Africana.
Mahamat era el único aspirante a comandar la institución ejecutiva, pero su continuidad estaba en dudas tras recibir acusaciones de supervisar una investigación en la Comisión y actuar con morosidad ante conflictos emergentes, principalmente la insurgencia islamista en Mozambique.
Si no recibía dos tercios de los votos, el puesto quedaba vacante, lo cual supondría otro desafío para el mandatario congoleño, que comenzó a liderar una organización concentrada en ordenar la recuperación económica de África, sin descuidar la respuesta a la pandemia.
Las tensiones geopolíticas, la implementación de reformas en la organización –incluida la autonomía financiera-, la promoción de igualdad de género, el combate contra el terrorismo y el enfrentamiento a las consecuencias del cambio climático, son otros de sus muchos desafíos.
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