En un artículo publicado este martes, los abogados defensores del fundador del Partido de los Trabajadores señalaron que la lucha contra la corrupción fue el lema que impulsó la ahora desactivada operación Lava Jato, sin embargo, ‘las prácticas legales corruptas y sin escrúpulos eran la realidad cotidiana’.
La defensa de Lula accedió a conversaciones, pirateadas por hackers a teléfonos móviles de miembros de la Lava Jato, tras una decisión del juez Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal.
Para los juristas, ‘los diálogos que ahora se revelan refuerzan este antiguo escenario de sospecha e ilegalidad practicado por Lava Jato y muestran al desnudo cómo se ha corrompido el Estado de derecho’.
Defendieron la legalidad de las pruebas contra Moro y, respecto al origen de las pláticas capturadas, aclararon que no recibieron nada de los piratas cibernéticos.
‘El material al que accedimos fue el confiscado por la Policía Federal en el momento en que era comandado por el propio Moro, durante la operación denominada Spoofing (usurpación)’, precisaron.
Reiteraron que el acceso fue autorizado por decisión de Lewandowski y ‘se trata, por tanto, de material que está en poder del Estado, sometido al escrutinio de los expertos y cuyo acceso fue franquiciado por el máximo órgano del Poder Judicial’.
Los abogados Cristiano Zanin y Valeska Martins denunciaron que el contenido del material telefónico decomisado muestra trampas procesales de todo orden y la constitución de una verdadera agencia clandestina de persecución contra los adversarios, sus abogados e incluso los jueces.
‘Estamos ante una oportunidad única para entender cómo el lawfare (guerra jurídica) puede llevar a un país a la ruina, como ocurrió con Brasil’, subrayaron finalmente.
Los mensajes pusieron al desnudo la falta de imparcialidad de Moro y su influencia en procedimientos y estrategias de la Lava Jato, así como sus claras intenciones de condenar sin pruebas a Lula.
El dictamen de Lewandowski representa otra victoria judicial para expresidente.
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