Lempart fue acusada por insultar a un agente del orden y por propiciar riesgos de enfermarse de Covid-19 durante las manifestaciones que encabezó tras la publicación oficial de la legislación que impide la interrupción del embarazo por malformaciones en el feto.
La portavoz de la Fiscalía de Varsovia, Aleksandra Skrzyniarz, dijo que a las acciones de la acusada se suma su aprobación pública (en entrevista radiofónica) de delitos como la destrucción de fachadas de edificios y la interrupción de servicios religiosos por parte de algunos manifestantes.
Huelga de Mujeres lidera las demostraciones en esta capital y otras ciudades polacas desde que el Tribunal Constitucional dio luz verde en octubre de 2020 a la prohibición casi total del aborto a instancias del gobernante partido Ley y Justicia.
El texto no se publicó hasta finales de enero pasado precisamente por las masivas protestas que se extendieron por unas 40 ciudades incluidas Varsovia, Cracovia, Lodz, Breslavia, Poznan, Katowice, Gdansk y Bialystok.
Solo hasta el pasado 29 de enero la organización antirrepresiva Szpila documentó unas 150 detenciones entre los participantes en las manifestaciones en esta capital y sus alrededores.
Polonia –de mayoría católica- se convirtió en uno de los más atrasados en el tema dentro de la Unión Europea (UE) al solo permitirse la interrupción del embarazo en caso de peligro para la vida de la madre, y gestaciones producto de violaciones e incesto.
El aborto por malformación del feto supuso en 2019 el 97 por ciento de los mil 110 procesos practicados en hospitales polacos. El síndrome de Down fue la justificación para más del 40 por ciento de ellos.
car/ro