Un fotógrafo recibió el impacto de un bote de gas, mientras cubría la protesta convocada por organizaciones sociales que estiman que el país se encamina hacia una nueva dictadura, y pidieron al presidente Jovenel Moïse respetar la Constitución y asumir el fin de su mandato.
La policía también utilizó esta arma química contra una camioneta en que se desplazaban comunicadores de varios medios de prensa, a pesar encontrarse flanqueada por las identificaciones.
La movilización se inició en la Facultad de Etnología de la Universidad Estatal de Haití con consignas de ‘Abajo la dictadura’ y ‘Jovenel no es nuestro presidente’, máximas que se han repetido en movimientos similares en varias ciudades.
El lunes pasado, también en la capital, dos periodistas fueron baleados por los agentes del orden en el curso de una protesta antigubernamental en las cercanías del Palacio Presidencial.
La tensión aumenta en el país, con un creciente bloque que asegura que Jovenel Moïse es un presidente ‘de facto’.
La oposición política plural, organizaciones de la sociedad civil, federación de abogados, religiosos, e incluso el Poder Judicial determinaron el fin de su gestión el domingo, mientras el mandatario asegura que vence en 2022.
De hecho, las fuerzas contestatarias nombraron al juez del Tribunal de Casación, Joseph Mécène al frente de un eventual gobierno provisional, una acción calificada de usurpación del título y violación de la Constitución por parte del Gobierno.
Moïse, además, jubiló a tres jueces abordados por la oposición para el cargo de presidente interino, entre ellos Yviquel Debrézil, quien fue arrestado el domingo último y acusado de conspiración contra la seguridad interna del Estado por un denunciado intento golpista, aseguraron las autoridades.
Mucho antes de esta crisis constitucional, el gobernante ya enfrentaba masivas protestas contra su gestión, acusaciones de corrupción, y críticas sobre la creciente violencia y el poder de los grupos paramilitares, sin embargo, aún cuenta con el apoyo de la comunidad internacional.
La víspera, en un comunicado, la cuestionable Organización de Estados Americanos, aseguró estar preocupada por los derechos humanos y la independencia de poderes en Haití, no obstante insistió en las elecciones como la ‘única opción consistente con la Carta Democrática’.
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