Después de impulsar noticias con sus comentarios políticos y de ajuste de cuentas públicas en sus cuatro años de mandato, el silencio de ahora llama bastante la atención, subraya el sitio digital del diario The Hill, diario especializado en temas del Congreso.
Una fuente cercana a Trump (sin identificar) dijo a ese medio que este silencio durante el juicio político es estratégico, pues se le informó que los republicanos del Senado seguramente lo absolverán, ‘siempre y cuando no se tambalee’.
Las circunstancias en estos momentos son muy diferentes a las del primer juicio político que enfrentó a inicios de 2020, cuando el magnate publicaba constantemente mensajes en Twitter y daba continuas declaraciones.
El expresidente rechazó la solicitud de testificar en este juicio y decidió seguir el proceso, fuera del foco público, en su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.
Desde que dejó la presidencia, el pasado 20 de enero, el magnate republicano no concedió ninguna entrevista, ni siquiera a Fox News, una de sus cadenas favoritas.
Incluso, pasó sus últimos días en el poder fuera de la vista pública, parapetado dentro de la Casa Blanca y sin poder acceder a su cuenta en Twitter, suspendida luego de la invasión al Capitolio de Washington.
El silencio del exmandatario despierta un enorme interés en los medios de prensa sobre cómo Trump ve los cargos en su contra y qué opina del desempeño de su defensa legal, señala The Hill.
Sobre ese último punto hay mucha especulación, pues el expresidente no está especialmente familiarizado con su equipo legal esta vez, ya que lo contrató aproximadamente una semana antes de la fecha de entrega de los informes del juicio político.
Jason Miller, quien trabajó para Trump de forma intermitente desde la campaña de 2016, es la persona de contacto principal del equipo de defensa.
Este miércoles, el segundo día del juicio político, se proyectaron en el Senado numerosos videos e imágenes sobre la violencia desatada por los seguidores del magnate que invadieron el Capitolio de Washington el pasado 6 de enero.
Trump enfrenta este segundo proceso bajo acusaciones de incitar a la insurrección, pues en un mitin ese mismo día el entonces presidente llamó a sus partidarios a manifestarse públicamente contra lo que sucedía en el Congreso, una sesión para ratificar a Jode Biden como ganador de las elecciones del 3 de noviembre.
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