La tercera ola de contagios del virus SARS-Cov-2 supera con creces las dos primeras en la población pediátrica que alcanzó los 799 enfermos, mientras solo en febrero, las cifras superan hasta ahora los mil, reflexionó la jefa del grupo nacional de Pediatría, Lissette López en el programa Mesa Redonda.
Para la especialista, esta situación constituye un reto, una meta alta, pues si bien ese grupo poblacional presenta una evolución más favorable al enfermar de Covid-19, muchos requieren de cuidados intensivos.
Del total de pacientes positivos, 31 han llegado a las unidades de cuidados intensivos, precisó la especialista tras insistir que los niños se enferman, pueden agravar, y la aparecen aquellos vulnerables, quienes han necesitado de este tipo de cuidado.
A su juicio, las tres etapas de presencia de ese mal en Cuba tienen como factor común ser una enfermedad viral en la que el componente social es necesario tenerlo en cuenta. La familia es fundamental en este enfrentamiento a la pandemia, subrayó.
La mayor incidencia es en edades extremas, como los lactantes, con un incremento sostenido, y en febrero son contabilizados 60 menores de un año contagiados con la Covid-19, lo que da un promedio de 5,4 diarios, en comparación con el mes de enero que fue de cuatro.
Al referirse a las secuelas, explicó que aquellos con comorbilidades presentan mayor riesgo de requerir procedimientos más invasivos.
Explicó una vez más sobre un estudio que se lleva adelante en la central provincia de Villa Clara, con 61 niños, los cuales el 27 por ciento desarrollaron afecciones como miocarditis, pericarditis con derrame, trastornos del ritmo cardíaco e hipertensión arterial; luego de salir convalecientes del virus SARS-CoV-2.
Además de las secuelas cardiovasculares, se han detectado secuelas pulmonares, en especial fibrosis pulmonar. En estas edades la Covid-19 es silente, asintomática, pero con un daño interno importante, subrayó.
Datos del ministerio cubano de Salud Pública estiman que de los 823 diagnosticados en la última jornada, 85 son menores de 18 años, lo que eleva a tres mil 976 la cantidad de contagiados con este coronavirus en ese grupo etario. El 86 por ciento de ellos se han recuperado.
En enero, el mes más complejo de la pandemia en Cuba, fueron diagnosticados mil 624 infantes, una cifra superior a la suma de los casos registrados entre marzo y diciembre de 2020 (mil 308).
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