Basado en datos oficiales de los 26 estados y el Distrito Federal, la herramienta creada por el sitio indica que el porcentaje se traduce en que en el pasado calendario se contabilizaron 43 mil 892 muertes violentas, frente a las 41 mil 730 de 2019. Es decir, dos mil 162 más.
La cifra incluye las víctimas de homicidios dolosos (incluidos los feminicidios), robos y lesiones corporales seguidas de fallecimiento.
El país registra una crecida de los delitos violentos tras dos años consecutivos de descenso. Incluso con el aislamiento social, más de la mitad de los estados registran un aumento de los indicadores.
Tal subida de pérdidas humanas se registró incluso durante la pandemia de la Covid-19 y fue impulsada principalmente por el Noreste, que tuvo un incremento significativo de los homicidios: 20 por ciento.
Vale señalar que la región también fue responsable en gran medida del descenso de los decesos en los dos últimos ejercicios.
La región Sur también experimentó una ligera alza. En las demás (Norte, Medio Oeste y Sureste), la cifra de delitos violentos fue inferior al del año anterior.
Ceará (nordeste) aparece como la división territorial más negativa, con una escalada del 81 por ciento en las muertes.
Para Samira Bueno y Renato Sérgio de Lima, del Foro Brasileño de Seguridad Pública, los dígitos indican que el país perdió la oportunidad de convertir la reducción de homicidios observada en 2018 y 2019 en un ciclo virtuoso.
Además de la dinámica del crimen organizado y del hecho de que Brasil es una importante ruta de tránsito para el flujo de cocaína hacia Europa, lo cual amplificó los conflictos, señalan las leyes y decretos que flexibilizaron el control de armas como un factor agravante del panorama de violencia.
‘Revertir este escenario implica la inversión en recursos humanos y financieros, como en cualquier política pública, pero también la adopción de medidas ampliamente documentadas como eficaces en otros contextos’, afirman expertos.
En noviembre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que la violencia definitivamente tiene color y denunció las marcas que la esclavitud dejó en Brasil, al celebrarse el Día Nacional de la Conciencia Negra.
‘A pesar de ser mayoría, los hombres y mujeres negros se encuentran todavía (en el país) en los niveles más crueles de desigualdad, pobreza y violencia’, denunció.
Lula reveló que, en los últimos 10 años, más de 650 mil negros fueron asesinados en el gigante suramericano y son casi el 80 por ciento de los ultimados por la policía.
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