Tales faenas fueron promovidas por la comisión militar encargada de supervisar y facilitar la implementación del cese el fuego pactado entre el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), radicado en el occidente de la nación, y el Ejército Nacional Libio (ENL), asentado en el este.
La actual fase de limpieza de minas y otros artefactos de guerra, estuvo antecedida por procedimientos similares en la carretera que comunica a la localidad de Sirte con el Mediterráneo, añadió la misma fuente.
En octubre pasado el GAN y el ENL decidieron silenciar los fusiles a fin de superar un conflicto de una década, asimismo acordaron celebrar elecciones legislativas y presidenciales en diciembre venidero en busca de una gobernanza unificada.
Un ejecutivo temporal, seleccionado en Suiza por el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) será el encargado de preparar dichos comicios.
Se trata de una victoria de la unidad nacional, la reconciliación y la democracia, enfatizó el recién electo primer ministro, Abdul Hamid Dbeibah, tras manifestar su confianza en que la hoja de ruta trazada por el LPDF allanará el camino para dejar atrás la confrontación, y efectuar el esperado proceso electoral.
El jefe de Gobierno prometió trabajar con todas las fuerzas, independientemente de su ubicación geográfica, ideología o antecedentes.
Los libios han vivido en un polvorín desde que el derrocamiento y asesinato de su líder histórico, Muammar Gaddafi (2011), derivara en una controversial dualidad de poderes, enfrentamientos entre grupos rivales y la proliferación de mafias que trafican con migrantes irregulares, entre otros flagelos, unido a la injerencia foránea.
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