Después del arribo el pasado 29 de enero de 20 mil dosis de la vacuna rusa Sputnik-V y el operativo para distribuirlas, correspondió la aplicación a los profesionales de la salud de primera línea, un hecho que reconoció el mandatario en Twitter.
Arce resaltó, además, cómo los alcaldes y otros funcionarios regionales garantizaron la cadena de frío para las Pfizer y Sinopharm adquiridas por el Ejecutivo nacional en el objetivo de continuar el combate contra la pandemia.
Los acuerdos logrados por la actual administración prevén para fines de este mes la llegada gradual de 92 mil 430 unidades del laboratorio estadounidense-alemán Pfizer/BioNtech a través del Fondo de Acceso Mundial para Vacunas contra la enfermedad (Covax, por sus siglas en inglés).
Asimismo, sumarán 500 mil vacunas Sinopharm como resultado de las buenas relaciones bilaterales con China.
La viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina tradicional de Bolivia, María Renee Castro, calificó por su parte esta primera fase de bastante exitosa.
El proceso superó el nivel de cobertura de vacunación registrado, pues se cumplió con el uso del 100 por ciento del lote recibo, declaró la autoridad al periódico local El Deber.
Castro recordó que un buen sistema genera una buena cobertura en la vacunación y vaticinó que en la segunda fase obtendrán resultados similares.
El plan estratégico boliviano de vacunación prioriza al personal de salud, los mayores de 18 años con enfermedades de base y a los ciudadanos con más de 60 años.
La cartera de Salud incluyó a periodistas, maestros, distribuidores de alimentos, empleados públicos, empleados municipales, transportistas, militares y policías, entre quienes recibirán igualmente las vacunas en una fase temprana.
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