Las bajas temperaturas registradas desde el fin de semana en el sur de la nación norteña afectaron a la industria energética y provocaron el cierre de refinerías de petróleo y la imposición de restricciones a los operadores de gasoductos.
Texas produce aproximadamente 4,6 millones de barriles de petróleo al día y alberga algunas de las refinerías más grandes del país, repartidas por toda la costa del Golfo.
La escalada del crudo estuvo apoyada también por un incremento en la distribución de vacunas contra el coronavirus, lo cual eleva las probabilidades de una recuperación económica mundial.
En la bolsa de Nueva York los futuros del petróleo intermedio de Texas sumaron uno por ciento hasta situarse en 60,05 dólares el barril.
Mientras, en la bolsa de Londres el crudo Brent subió cinco centavos, o 0,1 por ciento, y el barril terminó la jornada a 63,35 dólares.
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