Eso ocurre a casi 10 años de que el país se separara de la composición sudanesa, señala el documento que se presentará en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la próxima semana, texto en el cual se indica un aumento durante el último año de ataques contra la población civil perpetrados por grupos armados.
Según el cosumento, entre febrero y noviembre de 2020 se registraron numerosos enfrentamientos entre comunidades en el oriental estado Jonglei que causaron cientos de muertos y obligaron a muchos ciudadanos a abandonar sus hogares.
‘La escala de la violencia documentada excede en mucho (a) la registrada entre 2013 y 2019’, apuntó la presidenta de la Comisión, Yasmin Sooka, en referencia a los años de guerra entre las fuerzas del gobierno y el Movimiento Popular de Liberación de Sudán en la Oposición (SPLM-IO).
El informe denuncia que los ataques incluyen incendios intencionales de poblados, secuestros y violaciones, matrimonios forzosos, esclavitud y reclutamiento de niños soldados.
Andrew Clapham, miembro de la Comisión, opinó que el aumento de los combates con nuevas armas por las milicias, sugiere la participación en los conflictos de fuerzas estatales u otras intervenciones externas.
Asimismo demandó que el Gobierno de Sudán del Sur firme el acuerdo propuesto por la Unión Africana para establecer un tribunal que juzgue esas violaciones de derechos humanos.
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