Al intervenir en el VII Congreso del gobernante Partido de Justicia y Desarrollo de la provincia de Izmir, Erdogan recordó que llegaron al ejecutivo en 2002 con las reservas en 27 mil 500 millones de dólares, las elevaron a 132 mil millones y actualmente se encuentran en 95 mil millones.
El mandatario aseguró que la economía está bien posicionada para competir en el escenario mundial.
Las declaraciones de Erdogan se produjeron después que la Unión Europea (UE) amenazara con incluir a Ankara en su lista de paraísos fiscales si no activa antes de junio próximo un sistema de intercambio de información tributaria con los 27 Estados miembros.
De la lista salió Barbados y entró Dominica para sumarse a otros 11 territorios: Samoa Americana, Anguila, Fiyi, Guam, Palau, Panamá, Samoa, Seychelles, Trinidad y Tobago, Islas Vírgenes Americanas y Vanuatu.
Turquía, en una especie de lista gris, debió cumplir su compromiso a más tardar el 31 de diciembre del año pasado, pero los 27 acordaron dar un plazo adicional hasta el 30 de junio.
Erdogan también participó en los congresos provinciales de su fuerza política en Hakkari y Nevsehir mediante videoconferencia.
‘Todas las transacciones de divisas en Turquía se ajustan a la ley y a las reglas del mercado y no implican ninguna explotación, ganancia injusta o transacciones ilegales o inmorales’, expuso el jefe de Estado.
En tal dirección, el mandatario destacó los avances en el sector energético, incluidos los descubrimientos de reservas de gas natural en el Mar Negro el año pasado.
Igualmente, defendió la estrategia antiterrorista contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco), a la que responsabiliza de la mayoría de las acciones violentas en el país.
El PKK, en la lista de organizaciones terroristas de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), es responsabilizado por la muerte de unas 40 mil personas en los pasados 35 años.
Erdogan adelantó que en agosto próximo entregarán gran parte de las cinco mil viviendas en construcción para ayudar a las víctimas del terremoto de 6,6 grados en la escala abierta de Richter, que el 30 de octubre del año pasado dejó más de un centenar de fallecidos.
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