Según la cartera sanitaria, de ese total 184 corresponden a la descubierta en el país, originada en el Amazonas (P.1)., y 20 a la del Reino Unido (denominada B.1.1.7). No hay casos confirmados de contaminados con la de Sudáfrica (501Y.V2).
Registradas hasta el 20 de febrero, tales estadísticas afloraron de una encuesta realizada por el ministerio entre las secretarías regionales de Salud para identificar nuevas alteraciones del virus en territorio nacional.
La secuenciación genética del SARS-CoV-2 es realizada por los laboratorios de la Fundación Oswaldo Cruz y los institutos Adolfo Lutz y Evandro Chagas.
Sin embargo, otros laboratorios públicos y privados también analizan el material y, por lo tanto, algunos resultados se notifican solo a los municipios y estados.
Dos evoluciones principales llaman la atención: N501Y, presente en las tres variantes, y E484K, vigente en Sudáfrica y Brasil.
Ellas preocupan a los especialistas porque se producen en la proteína S (de Spike), situada en la corona del virus. Esta albúmina conecta con el receptor ACE2 de las células humanas, la principal puerta de entrada para la infección del coronavirus.
Sobre el N501Y existe la sospecha de que el cambio en el código genético provocó que las nuevas variantes sean más transmisibles.
La E484K está relacionada con un posible debilitamiento de la acción de los anticuerpos humanos, pero aún se necesitan más estudios para confirmar el efecto real del cambio en el virus.
Hasta la fecha, Brasil acumula a 248 mil 529 muertes y 10 millones 257 mil 875 contagios por el patógeno.
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