Planeamos adecuadamente la respuesta para una manifestación masiva con posible violencia, como avizoraban los informes disponibles del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y otras entidades, pero lo que presenciamos fue un asalto coordinado al estilo militar contra mis oficiales y una toma violenta del edificio del Congreso, añadió Sund.
El exfuncionario insistió en que la fuerza bajo su mando no pudo prepararse adecuadamente para el ataque de seguidores del expresidente Donald Trump, debido a que las agencias de espionaje no transmitieron completamente hasta qué punto la acción violenta fue planeada previamente y con alto nivel de coordinación.
Hay mucha información contradictoria respecto a las acciones realizadas en el Capitolio ese día, pero ninguna entidad de inteligencia, incluyendo al FBI, predijo lo que realmente ocurrió, dijo Sund en la sesión conjunta de los comités de Reglas y de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado.
‘Aunque parece que hubo numerosos participantes de varios estados que planearon este ataque, toda la comunidad de inteligencia parece que pasó eso por alto’, afirmó.
Echar la culpa únicamente a la jefatura de la Policía del Capitolio no solo está fuera de lugar, sino que también minimiza lo que realmente ocurrió ese día y esto demuestra que en el futuro deben mejorarse los esfuerzos para que lleguen los datos de inteligencia y la coordinación de las medidas de seguridad entre todas las agencias involucradas, dijo Sund a los legisladores.
El Senado estadounidense comenzó este martes un grupo de audiencias sobre el ataque a la sede del Poder Legislativo, para escuchar los testimonios de los principales funcionarios que dieron respuesta a esa acción violenta.
La reunión de hoy es la primera de una serie de sesiones organizadas por la senadora Amy Klobuchar, demócrata de Minnesota y presidenta del Comité de Administración; y el senador Gary Peters, demócrata de Michigan, quien encabeza el Comité de Seguridad Nacional.
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