Para levantar las restricciones de viajes esa institución también considera necesaria la exigencia de pruebas de detección de la Covid-19, la validación de sus resultados y el uso de pasaportes de salud.
No obstante, la IATA plantea que la implementación global de estas medidas será una larga y compleja tarea, pues los gobiernos querrán asegurarse de que cualquier reapertura de fronteras no conlleve el riesgo de importar esa enfermedad.
‘Hacer que el mundo vuelva a volar es mucho más que interés propio. Y considerando el papel de la aviación en el fomento del comercio y la inversión transfronteriza, no es difícil ver que se necesitará conectividad aérea para dinamizar la recuperación económica global tras la Covid-19’, afirmó el director general de la IATA, Alexandre de Juniac.
La aparición de nuevas cepas del SARS-Cov-2 ha llevado a los gobiernos de distintos países a imponer más medidas restrictivas de viaje y cierre de sus fronteras ante determinados países, de acuerdo con el organismo.
Por ejemplo, Francia prohibió la entrada de todos los viajeros provenientes de regiones fuera de la Unión Europea; Canadá canceló todos los vuelos a México y el Caribe hasta el 30 de abril, y Brasil y Sudáfrica están en la lista negra de gran cantidad de naciones.
La IATA esperaba una fuerte recuperación de la demanda de vuelos para la segunda mitad del año, una vez que las poblaciones vulnerables y los trabajadores de la salud sean vacunados, pero las nuevas medidas y la lenta distribución de las vacunas a nivel mundial han cambiado el panorama.
En diciembre pronosticó que en 2021 la industria aérea tendría un crecimiento del 50 por ciento en las solicitudes de viajes, sin embargo, las nuevas restricciones de viaje afectarán tanto a las aerolíneas que la recuperación podría ser únicamente del 13 por ciento.
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