Las acciones de recuperación representan una oportunidad para mejorar el status quo y finalmente garantizar la dignidad para todos, dijo el máximo representante de Naciones Unidas ante el plenario de la Asamblea General.
Al igual que las vacunas contra la Covid-19, los derechos humanos no podrán conducir a un mundo más saludable si solo están disponibles para unos pocos privilegiados, subrayó.
La crisis generada por la Covid-19 pone de manifiesto las desigualdades y la discriminación, mientras que las mujeres, las minorías, adultos mayores y personas con discapacidad figuran entre los afectados de manera desproporcionada, detalló Guterres.
Asimismo, la crisis de salud provocada por la pandemia se ha convertido rápidamente en una crisis económica, humanitaria y derechos humanos, dijo, e insistió en la necesidad de una acción concertada y global para enfrentar esos problemas.
También los sistemas de protección fueron puestos a prueba, debilitados e incluso destrozados, añadió.
A juicio del diplomático portugués, ahora hay una oportunidad única e histórica de forjar un mundo en el que todas las personas tengan dignidad y las sociedades sean más resistentes a las crisis.
Pero un cambio transformador requerirá el compromiso y el apoyo total de todos, precisó.
Esta alocución del secretario general de la ONU fue realizada un año después de emitir su llamado a la acción por los derechos humanos, plan de siete puntos destinado a impulsar la igualdad y reducir el sufrimiento en todas partes.
Por su parte, el presidente de la Asamblea General de la ONU en su 75 período de sesiones, Volkan Bozkir, señaló este miércoles que un enfoque basado en los derechos humanos es siempre la elección correcta, ya sea en tiempos de crisis, conflicto, paz o pandemia.
Según recalcó, el desarrollo sostenible y los derechos humanos son simbióticos: simplemente no podemos lograr avances en un área si descuidamos la otra.
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