La mayor organización agrícola de Italia y Europa, con cerca de dos millones de afiliados, mencionó un informe del Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (Ismea) y destacó que la delincuencia tiene bajo su control cinco mil locales de ese sector.
Precisó que esa es una de las áreas prioritarias de inversión del hampa y que en tiempos de pandemia es mayor su importancia estratégica pues le permite infiltrarse en la sociedad civil y condicionar el día a día de las personas.
También destacó que ese sector en 2020 tuvo una caída financiera de 41 mil millones de dólares por el impacto de la Covid-19.
La alarma contenida en el Informe Semestral de Dia de Ismea, señala la organización en una nota publicada en coldiretti.it, está sustentada en la crisis de liquidez generada por la pandemia, la cual pesa sobre muchas estructuras económicas agroalimentarias que las hace más vulnerables al chantaje y la usura.
Según Coldiretti, las operaciones de las fuerzas del orden revelan los intereses de las organizaciones criminales en el sector agroalimentario y específicamente en la restauración en sus diversas modalidades, como franquicias, locales exclusivos, bares, restaurantes de lujo, de aperitivos y pizzerías, entre otros.
El hampa, denunció el ente agrícola, se apropia de vastas secciones de la economía verde desde los campos hasta las estanterías, destruyendo la competencia y el libre mercado legal y sofocando el espíritu empresarial honesto.
También, apuntó, compromete seriamente la calidad y seguridad de los productos, con el efecto indirecto ‘de minar profundamente la imagen de los italianos, productos y el valor de la marca Made in Italy’.
Para el presidente de Coldiretti, Ettore Prandini, los excelentes resultados de la actividad policial confirman la necesidad de estar vigilantes siempre y estrechar el aún amplio entramado legislativo con la reforma de los delitos en el sector agroalimentario.
De igual modo, apuntó, actualmente son más necesarias la aprobación de las propuestas de reforma de los delitos alimentarios presentadas por Giancarlo Caselli, presidente del comité científico del Observatorio Agromafie, impulsadas por Coldiretti.
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