Según indica un comunicado difundido este miércoles por la Casa Blanca, la declaración de emergencia establecida en marzo de 2020 continuará en vigor más allá del 1 de marzo del actual año.
La Ley de Emergencias Nacionales establece la terminación automática de la medida a menos que, dentro de los 90 días anteriores a la fecha de aniversario de su declaración, el presidente publique en el Registro Federal y transmita al Congreso un aviso para indicar su continuidad, explica el texto.
Biden ya envió a ese Registro la solicitud, en la cual destaca que es necesario mantener el estado de emergencia nacional pues resulta esencial seguir combatiendo la Covid-19 con toda la capacidad y habilidad del Gobierno federal.
‘La pandemia de Covid-19 continúa generando un riesgo significativo para la salud pública y la seguridad de la nación’, subraya el comunicado de la Casa Blanca.
A inicios de esta semana, Estados Unidos superó el medio millón de muertes debido a la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, y el presidente norteamericano decretó que todas las banderas en propiedad federal se bajen a media asta, en señal de luto, hasta el viernes.
Desde mediados de 2020, Estados Unidos se mantiene como el país con más casos de Covid-19 a nivel global, y actualmente su cifra de fallecidos supera a la de cualquier otra nación del orbe.
El digital Worldmeters contabiliza en la nación norteña un total de más de 28 millones de personas contagiadas desde que se detectaron los primeros casos, el año pasado.
La administración de Donald Trump recibió fuertes críticas por su mal manejo frente a la pandemia, la falta de una estrategia para abordar la propagación de la Covid-19 y sus posturas que contradecían los criterios de expertos de salud.
Ahora, Biden impulsa una campaña masiva de vacunación y desde sus primeros días en el cargo impuso restricciones a viajeros internacionales, e implementó medidas como el uso de la mascarilla en edificios federales, aviones y otros medios de transporte público.
Por su parte, los expertos temen por la expansión de nuevas variantes más contagiosas y letales del virus SARS-CoV-2 en el territorio norteño.
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