Distintos gremios se sumaron por cuarto domingo consecutivo a exigir que el presidente Jovenel Moïse de un paso al lado y abandone el Palacio Nacional, al considerar que su mandato expiró el 7 de febrero.
La marcha comenzó en el viaducto de la capital, rebautizado como Cruce de la Resistencia y a lo largo del camino por avenidas como Delmas, Panamericana o Canapé Vert, se sumaron cientos de personas al cortejo, entre ellas reconocidas personalidades culturales o políticas.
Los manifestantes estaban escoltados por bandas musicales que interpretaron sobre plataformas móviles, mientras repetían consignas como áAbajo la Dictadura!, áHaití es soberana!, además de duros mensajes a la misión de Naciones Unidas en el país.
También criticaron la influencia de la administración estadounidense en los asuntos internos, y el respaldo que aún brinda al mandatario, a pesar de la presión popular.
La marcha también denunció el aumento de la inseguridad, los secuestros y asesinatos especialmente en Puerto Príncipe.
‘Poco antes de esta protesta mataron a un médico de Canapé Vert, dedicado íntegramente a su comunidad, lo mataron porque no dejó que lo secuestraran. Hay que decir basta’, dijo un manifestante en las cercanías de la comuna de Petion Ville.
Después del 7 de febrero, las protestas en Haití se intensificaron, mientras el presidente asegura permanecer en su cargo para impulsar un referendo y elecciones generales, legislativas y locales.
Para la oposición, y una amplia franja de la sociedad civil, estos procesos no serán justos, y alegan que pueden beneficiar al partido gobernante que pasó la última década en el poder.
Las fuerzas contestatarias insisten en la necesidad de una transición de al menos dos años, para reorganizar las instituciones estatales y luego convocar comicios.
Moïse, por su parte, rechazó una nueva transición y argumentó que en los últimos 35 años el país tuvo 19 administraciones.
ale/ane