Según el diario Sudan Tribune, el proyecto de cinco puntos se adoptó luego de tres días de conversaciones y para lo cual las autoridades contaron con la anuencia de los grupos armados firmantes del acuerdo de paz del 3 de octubre del año pasado.
El ministro de Información y portavoz del Gobierno, Hamzah Balloul, destacó en la presentación del plan que un buen espíritu de equipo primó en los interlocutores en el proceso a fin de ‘lograr los propósitos de la gloriosa revolución’ como identifican oficialmente al derrocamiento del expresidente Omar Hasán al Bashir en 2019.
Entre las medidas económicas previstas está la disposición estatal de controlar las exportaciones de oro bajo la supervisión del Banco Central de Sudán, así como en los servicios para desarrollar la infraestructura de Salud y la actividad portuaria para facilitar las exportaciones.
Respecto a la implementación de la paz, se asumirá la reanudación de las conversaciones con dos importantes guerrillas no incorporadas al acuerdo de distensión de 2020: el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte, de Abdel Aziz al Hilu, y el Movimiento de Liberación de Sudán, de Abdel Wahid al Nur.
En lo diplomático, el Gobierno se propone desmontar la actual crisis con Etiopía sobre el tema de la Gran Presa del Renacimiento, la cual causó fricciones entre los dos países.
Asimismo –en el orden institucional- el Ejecutivo sudanés considera las elecciones de 2022 uno de los objetivos más señalados de la transición, y para lo cual se comprometió a confeccionar un censo de población y una nueva ley electoral, y crear la comisión para tales menesteres, conforme difundió Sudan Tribune.
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