El centro de investigación de temas económicos y sociales señaló que el año pasado la emergencia por Covid-19 causó efectos devastadores en el turismo italiano con reducciones de hasta 232 millones de turistas y más de 67 millones de llegadas, en comparación con los registros de 2019.
El gasto en ese sector cayó en algo más de 20 mil millones de euros, indicó la fuente, y apuntó que el 73 por ciento de esas pérdidas recayó en los sistemas turísticos regionales de Veneto, Toscana, Lombardía, Lacio, Emilia-Romaña y Trentino-Alto Adige.
Respecto al persistente comportamiento negativo del sector mostrado desde el inicio del presente año, el presidente de Demoskopika, Raffaele Rio, llamó la atención sobre la necesidad de ‘reiniciar el proceso participativo para elaborar un nuevo Plan Estratégico Nacional 2022-2027 y dotar al turismo de reformas estructurales’.
Según Ríos es preciso reavivar los motores del proceso participativo para activar algunas intervenciones inmediatas, y además del plan hizo referencia a la utilidad de un nuevo Código de Turismo y crear una agencia única para la producción de datos estadísticos bajo la coordinación del naciente Ministerio de Turismo.
Ese organismo fue abolido en 1993 y como tal formó parte de varios organismos hasta que el 12 de febrero pasado renació, decisión recibida con vítores en el camino de superar la fragmentación territorial que ha caracterizado su gestión hasta ahora.
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