En un mensaje de vídeo a los iraquíes, el sumo pontífice señaló que ‘anhelo conocerlos, ver sus rostros, visitar su tierra, antigua y extraordinaria cuna de la civilización’.
Voy como peregrino, como peregrino penitente, a implorar al Señor el perdón y la reconciliación tras años de guerra y terrorismo, a pedir a Dios consuelo para los corazones y curación para las heridas, indicó.
Ahora –apuntó- vengo como peregrino de esperanza a vuestra tierra bendita y herida. En vuestra casa, en Nínive, resonó la profecía de Jonás, que evitó la destrucción y trajo una nueva esperanza, la esperanza de Dios. Dejémonos contagiar por esa esperanza, que nos anima a reconstruir y a empezar de nuevo.
Al dirigirse específicamente a los cristianos, Francisco dijo sentirse honrado por encontrarse con una ‘iglesia mártir’ y tras agradecerles su testimonio, pidió ‘que los numerosos mártires, demasiados, que ustedes han conocido nos ayuden a perseverar en la fuerza humilde del amor’.
El papa partirá mañana a las 07.30, hora local, desde el aeropuerto capitalino de Ciampino hacia Bagdad donde iniciará cuatro horas y media más tarde su visita apostólica de tres días, la cual incluirá también la llanura de Ur y las ciudades de Najaf, Erbil, Mosul y Qaragosh, en la planicie de Nínive.
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