Algunas instituciones y agrupaciones concibieron estrategias reivindicativas que se adaptaron a la crisis sanitaria y otros entendieron que es buen momento para tomar las calles como en años precedentes cumpliendo protocolos preventivos.
La Coordinadora de Feminismos Uy, bajo la consigna ‘Trama y rebelión feminista contra la precarización y el control de la vida’, convocó a una concentración en tres puntos diferentes de la capital.
Organizadoras de la tradicional marcha anual señalaron que con la pandemia y el confinamiento para muchas, el ‘quedarse en casa’ se traduce en una realidad más dura de horas de exposición a la violencia intrafamiliar, conviviendo con agresores, ‘más golpes y quizás la muerte’ y contabilizaron seis feminicidios en lo que va del año
Por su parte, la Intersocial Feminista, que agrupa a diferentes organizaciones de la sociedad civil y sindicatos, planteó otras alternativas de lucha, entre ellas una campaña en redes sociales denominada ‘no nos callamos más’ en la cual contaron situaciones que no están dispuestas a seguir ocultando.
Además, difundió una serie de actividades descentralizadas a realizar de diferentes colectivos que responden a la premisa de ‘Todas las mujeres en todas las calles’, de manera que habrá lucha feminista en todo el país, en el territorio y en la virtualidad.
‘A salir a las plazas con un cartel, una cacerola, un megáfono, para que nuestras voces sean escuchadas y tengamos los cuidados necesarios para evitar la propagación del virus’, enfatizo un llamamiento.
Contrario a jornadas anteriores, la Mesa Representativa de la central sindical Pit-Cnt dejó de convocar a un paro nacional de actividades de mujeres por 24 horas y en su lugar dejó a cada gremio que decida las formas de apoyar la celebración del 8 de marzo.
La Intersocial Feminista manifestó que la crisis socioeconómica y sanitaria ‘recayó fuertemente en las mujeres, en quienes sufren más precarización laboral y alcanzan mayores niveles de desocupación, están a cargo del cuidado de personas dependientes y sufren la violencia, confinadas durante un año’.
Advirtió asimismo que en las medidas de atención a la población más afectada, así como en las políticas de reactivación, la perspectiva de género sea parte fundamental de las herramientas para pensar el futuro.
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