El juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal, anuló este lunes condenas contra Lula relacionadas con la operación anticorrupción Lava Jato, decisión que le restituye sus derechos políticos y podría presentarse de nuevo a la elección de cargo público.
Fachin argumentó que un tribunal en la sureña ciudad de Curitiba que juzgó al fundador del PT era incompetente y por lo tanto quedan abolidas por una cuestión procesal las condenas correspondientes a los casos del Instituto Lula, el tríplex en Guarujá y Atibaia.
‘La anulación de las condenas es un pedido de justicia de la sociedad brasileña e internacional, de la lucha de nuestra militancia y de todos los que siempre creyeron en la inocencia de Lula’, afirmó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, insistió la legisladora, ‘nada pagará los 580 días de prisión injusta que enfrentó Lula, el dolor y la humillación a la cual ha sido sometido, así como la de nuestra militancia, los amigos de Lula, que permanecieron durante 580 días en la vigilia de Lula Libre’.
A pesar de todas las barbaridades cometidas por el exjuez Sérgio Moro, aseveró Hoffmann, ‘esto nunca fue reconocido en cinco años. Lamento que hayamos tardado cinco años en reconocer lo que fue el primer reclamo de la defensa de Lula en 2016’.
Lula no puede ser juzgado en la justicia federal de Paraná, que se ocupa exclusivamente de los casos de malversación de la empresa petrolera Petrobras y él nunca tuvo ninguna relación con estos casos, aclaró la timonel de la organización política.
Insistió en que el principal mérito de la decisión de Fachin es reconocer la plena ciudadanía de Lula, devolviendo al expresidente el derecho a concurrir a las elecciones.
‘Derechos que les fueron robados y tuvieron como consecuencia la elección de este hombre (Jair Bolsonaro) que está en la presidencia de la República’, apuntó la parlamentaria.
Para Hoffmann, la decisión no puede librar a Moro de enfrentarse a la justicia.
No puede alejar la pena de ‘juez sospechoso, criminal, que hizo que el presidente Lula permaneciera cinco años siendo juzgado por crímenes que no podían ser juzgados’, recalcó.
Finalmente elogió el trabajo de los abogados defensores Cristiano y Valeska Zanin, quienes ‘siempre fueron firmes en la lucha contra las ilegalidades de la Lava Jato y también contra la falta de derechos que el presidente Lula tuvo en este proceso, frente a los tribunales’.
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