Bajo la Constitución de la agrupación política, cualquier dirigente que pretenda postularse en sus primarias debe renunciar a sus cargos al menos un año antes de las elecciones presidenciales.
Fue un verdadero honor servir como líder del Partido. Prepararé una visión para el futuro que permitiría a Surcorea convertirse en el país líder del mundo en el que podamos vivir bien, dijo Lee en una conferencia de prensa.
El político, quien ocupó esa responsabilidad durante siete meses, es considerado uno de los principales contendientes para reemplazar al presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Moon finaliza el próximo año su mandato único de cinco años, y las elecciones están programadas para el 9 de marzo de 2022.
Lee Nak-yon se desempeñó como primer primer ministro de Moon hasta enero de 2020, y recientemente tuvo un papel destacado en la elaboración de paquetes de ayuda para enfrentar la Covid-19.
Según especialistas, el principal rival político de Lee dentro de las filas de su partido sería Lee Jae-myung, el gobernador de Gyeonggi, la provincia más poblada del país, quien quiere introducir en Surcorea la renta básica universal.
No ha surgido ningún contendiente principal de la oposición conservadora, pero medios de prensa indican que el exfiscal general Yoon Seok-youl ha visto subir su índice de apoyo tras renunciar a su puesto la semana pasada por desavenencias con Moon.
Una encuesta publicada el lunes por el Instituto de Opinión de la Sociedad de Corea mostró a Yoon como la primera elección para presidente, con un 32,4 por ciento de los encuestados que lo eligieron como ‘apropiado’ para suceder a Moon.
Según ese sondeo, Lee Jae-myung tenía el 24,1 por ciento y Lee Nak-yon el 14,9. Los desbocados precios inmobiliarios y las brechas de desigualdad de ingresos, que se encuentran entre las más altas del mundo desarrollado, se apuntan como los principales desafíos del próximo mandatario.
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