En su más reciente reporte sobre las consecuencias del suceso, el Ministerio de Salud y Bienestar Social detalló que las detonaciones dejaron hasta ahora 105 muertos y 615 heridos, entre ellos 133 que permanecen hospitalizados.
El presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema, declaró a Bata –la ciudad más poblada de este país- zona de catástrofe y decretó aplicar medidas urgentes para proteger a los damnificados por las explosiones, las cuales además deterioraron gravemente a zonas de esa urbe.
Para enfrentar los gastos requeridos en la reparación de los daños, el Gobierno aprobó un fondo financiero inicial de unos 15,2 millones de euros.
Asimismo, Obiang Nguema ordenó al Comité sobre Prevención y Protección Civil que realice ‘una evaluación general de la situación’ y ‘presente propuestas de soluciones al Gobierno para mitigar y reparar todos los daños producidos por la explosión, tanto a los particulares como a las infraestructuras públicas’.
Según el decreto presidencial emitido al respecto, ese Comité cuenta con un plazo prudencial de un mes para elaborar un informe final requerido con todas las recomendaciones que presentará al Gobierno.
Además, el mandatario llamó a la solidaridad nacional e internacional, y de toda persona física o jurídica de buena voluntad, a contribuir con su ayuda humanitaria a los afectados en este ámbito adverso por la pandemia de la Covid-19, mientras que Guinea Ecuatorial cumple tres días de duelo por lo ocurrido en Bata.
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