El 6 de marzo los 645 municipios de la división territorial retrocedieron a la fase roja que se traduce en rigurosa limitación de movilidad urbana y de servicios no esenciales.
‘Estamos en Sao Paulo y en Brasil al borde del colapso sanitario. Esto requiere medidas urgentes y colectivas’, afirmó en la ocasión Doria.
Vaticinó que ‘nos enfrentaremos a las dos peores semanas de la pandemia desde marzo del año pasado’.
Las decisiones del gobierno estadual responden a recomendaciones de expertos del Centro de Contingencia Covid-19.
Según la televisora CNN Brasil, la administración paulista duda en clasificar las nuevas medidas como fase negra o púrpura para no asustar a la población.
El nombre de púrpura se ventiló, pero luego perdió fuerza. El de negra también circuló, pero los interlocutores del gobernador temen la relación con el cierre total del estado, lo cual Doria quiere evitar.
Por lo que trascendió habrá más prohibiciones y recortes de horario de los servicios esenciales.
‘Todo indica que sí, que serán necesarias nuevas restricciones. Pero el gobernador sabrá indicar cuándo es el momento adecuado’, afirmó Paulo Menezes, coordinador del Centro de Contingencia Covid-19.
Admitió que todavía se evalúan disposiciones eficaces para reducir el contagio, como las misas y los partidos de fútbol.
El gigante suramericano enfrenta actualmente una nueva ola de la pandemia, en parte causada por la circulación de la variante del coronavirus detectada en el estado de Amazonas (noroeste).
Hasta la fecha Sao Paulo continúa siendo el epicentro de la pandemia en el país, al concentrar 62 mil 570 muertes y dos millones 149 mil 561 casos positivos del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad.
Brasil acumula en total 270 mil 656 pérdidas humanas y 11 millones 202 mil 305 infectados por la dolencia.
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