La funcionaria explicó que la mayoría de los contaminados residen en Cisjordania, incluida Jerusalén oriental, donde los especialistas detectaron la presencia de la cepa del virus identificada a finales de 2020 en Inglaterra y de la de presunto origen sudafricano, reseñó la agencia de noticia Wafa.
En semanas previas Alkaila recabó apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a fin de agilizar el suministro de vacunas contra la Covid-19 a la bloqueada Franja de Gaza y la igualmente asediada Cisjordania.
China anunció que enviará un lote de bulbos de la formulación desarrollada por la farmacéutica Sinopharm, mientras se espera la llegada de un cargamento facilitado por la Alianza Mundial para Vacunación e Inmunización (GAVI).
Los territorios palestinos permanecen en estado de emergencia, mantenido con el fin de instaurar y supervisar severas restricciones para contener la pandemia como bloqueos de aldeas, ciudades, gobernaciones y campamentos de refugiados.
El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohammad Shtayyeh, pidió ayuda a la ONU con el objetivo de implementar un mecanismo de protección para ese pueblo árabe frente a lo que considera una ola de terror perpetrada por colonos israelíes, con la complicidad del Gobierno sionista.
En sucesivos mensajes el funcinario condenó la intensificación de las demoliciones de viviendas en Cisjordania, no obstante la complejidad epidemiológica actual, que dejaron sin techo a decenas de sus coterráneos.
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